Die Welle: Es ist keine Welle. Es ist die Welle.


Comenzaré este post diciendo que no me gusta la historia. Ni la historia de mi país: Perú. Ni la historia contemporánea. ¿Por qué?
Aquí va mi respuesta.

No me gusta leer, ni aprenderme fechas, ni nombres  y ni lugares importantes. Ya sé. Es cultura general saber la historia de todo, pero no porque sea cultura me tiene que gustar o ¿sí? El curso de historia del Perú en la universidad la aprobé con lo mínimo, pero el curso de historia contemporánea me está dando pelea todavía: reprobé ese curso --el calvo del profesor me odiaba--.
Como dije. No me gusta la historia, pero es cultura. Así que, rebuscando en mi mente cinéfila acontecimientos de la historia universal, sé más o menos que es el nazismo, el fascismo y el estalinismo...

Si quiera sé de que trata: expuse ese tema antes de reprobar. Y, gracias a ello, sé que la película que hablaré contiene a una Alemania del 2008 (por ello mi título), a un poco la ideología del nazismo, a un experimento: la tercera ola, a una autocracia y a una dictadura pequeña pero con un futuro loco que termina asesinándose.
"Die Welle" en alemán. "The Wave" en ingles. "La Ola" en español. Así se llama el film que hablaré en este post donde no pienso hablarles sobre historia porque la odio --de verdad la odio-- ni de ideologías, ni del bien y el mal. Nada de eso.
Les hablaré sobre la calidad del film y les sustentaré el por qué me gustó.

Bueno, yo vi esta película en una clase de psicología --no, no estudio Psicología-- porque estábamos analizando un tema que no me acuerdo. Creo que era sobre los grupos sociales. No lo sé, pero aprobé el curso.
Continuemos. La vi, lamentablemente, doblada en español y más lamentable, porque la vi doblada en el español de España: "Joder, pues qué coño tenía el profesor". Todos sabemos que en el idioma original (alemán en este caso) es mejor: ahí si me gusta leer subtítulos.
Bueno, mi profesor ya la había visto y claro, no nos contó nada el maldito, ni la sinopsis. Pero bueno, la terminé de ver y me encantó. Así de simple. Los terribles alemanes (disculpen mi insulto) pueden hacer buenas películas: se podría decir que es la primera película alemana que veo conscientemente y que recuerde.


Es una película que dura aproximadamente 100 minutos con la cual le alcanza para satisfacer las bajas expectativas: para mi fueron bajas.
Tiene una buena banda sonora. Tiene unas buenas actuaciones. Un correcto montaje. Un rescatable guion y una interesante historia que te atrapa desde el inicio y te mata en el final: una historia pasada, una dictadura, de verdad, puede volver a suceder en una clase sobre la autocracia en el colegio y solo en una semana, por dios. 

No solo es una camisa blanca, un logo, un graffiti, un saludo, una web, un nombre: La ola. No solo es eso. Para algunos no simplemente es un grupo más. Para algunos no solo es una semana de su vida. Para algunos, en verdad, era su vida. Lamentablemente, el final no fue nada del agrado de nadie: sentí la bala en mi boca.



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