Todos tenemos miedo. Algunos le tienen miedo a la muerte. Otros a la soledad. Otros a que su pareja les termine. Otros a que no pasen nunca el curso de Historia Contemporánea. Otros a que su personaje favorito de "The Walking Dead" o "Game Of Thrones" muera.
El miedo últimamente ha estado
rondando por mi mente y quiero hablar sobre ello. Desde que tengo uso de razón,
siempre le he tenido miedo a los arácnidos. No. No hablo de
spiderman. Hablo de esas que tienen 8 patas y tienen -si es que tienen- rostros
feos.
Las abejas pueden asecharme y no huiré. Los
zancudos pueden joderme en la noche y no me importará. Y las cucarachas pueden
cruzar enfrente de mi pie y las mataré. Pero si una araña se pone ante mis
ojos, aunque sea una diminuta, les digo que, sin duda, voy estar súper alerta y
no voy a poder dormir hasta matarla. Pero es que cómo no tenerles miedo si
desde niños nos han dicho que las arañas tienen veneno. Si te pican te mueres.
Eso es todo. Fin. Las arañas son peligrosos y quizás en un futuro nos puedan
gobernar con sus 800 patas.
En fin, eso es un miedo traumático causado,
quizás, por alguna mala experiencia de mi niñez que, convenientemente, no
recuerdo. Pero no es el mayor miedo que existe. De hecho los miedos
son sensaciones que te hacen débil y vulnerable, pero te hacen humano.
Todos tenemos miedo. Algunos le tienen miedo a la
muerte. Otros a la soledad. Otros a que su pareja les termine. Otros a que no
pasen nunca el curso de Historia Contemporánea. Otros a que su personaje
favorito de "The Walking Dead" o "Game Of Thrones" muera.
Otros que Suarez (jugador de Uruguay que mordió a un italiano en el mundial
Brasil 2014) les muerda en el cuello. Pero son miedos y eso te hace
una persona imperfecta, lo cual es bueno, a veces.
Últimamente le estoy teniendo miedo al
tiempo. Los sucesos están avanzando tan rápido que no puedo detenerme a tomar
una foto de ello. Es triste. Hay momentos que hubiese querido que duraran más,
pero no. Esos hechos pasaron como un desayuno de un lunes ajetreado. Fueron
efímeros. Es triste que el tiempo sea tu miedo. Nada ni nadie
puede detenerlo: mi cabello y mi barba en crecimiento siempre me lo recuerdan.
No tengo miedo a envejecer, señores. Siento que eso bueno. Envejecer está en el
ciclo de la vida. Pero la cuestión está en que no quiero envejecer y luego
arrepentirme de que pude disfrutar más mi vida un 27 de Junio del 2014 a las
8:00 pm.
No le tengo miedo al futuro, pero
siento que ya estoy cerca de él. Siento que ya no puedo ver hacia adelante y
decir: "todavía tengo tiempo". El tiempo es ahora. Ya no se puede
corregir el curso. No puedo detenerme: el tiempo no me lo permite. Las canas
comienzan a salir, los perros comienzan a envejecer, las noticias de muertes de
parientes o amigos comienzan a ser rutina, los recuerdos se comienzan a
esfumar, la ausencia de ideas te comienza a asustar, la pregunta sobre qué será
de tu vida de aquí a 5 años te comienza a visitar y el escribir sobre tu miedo
te hace temblar, te hace cuestionar, te hace dudar, te hace perder y
hasta te hace fumar.