Post Personal 18: La delgada linea

"Hay una delgada linea que veo cada vez que estoy en transición para ser un ebrio o un picado consciente, para vomitar en mi ropa o para ayudar a personas a que no vomiten en su ropa..."

 



No recuerdo exactamente la primera vez que vi esa delgada linea del alcohol y no es porque me haya olvidado por estar ebrio, sino que siento que ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que mis papilas gustativas probaron el sabor de la ebriedad o en mi caso, el sabor del ron con coca cola.
Creo que la primera vez fue cuando estaba en una fiesta de 15 años y nos hicieron tomar pisco sour obligatoriamente. Ok. No fue obligatoriamente, pero de todos modos los chicos queríamos probar. Yo probé y ahí me di cuenta de algo: mi boca solo está destinada a probar el ron con coca cola. No me gusta el pisco sour. Lo siento. Una cosa es beber, otra cosa es degustar, paladear y disfrutar. A mi me gusta disfrutar. Si no se disfruta, no hay razón porque hacerlo. No hay razón porque gastar dinero en alcohol. Si tomas porque tu enamorada terminó contigo o jalaste un examen o te diagnosticaron cáncer o tu perro se murió, desperdicias el glorioso alcohol. Esta bien tener razones por qué tomar, pero debes tomar, porque quieres disfrutar la química del alcohol y el momento y no porque quieres embriagarte y cometer locuras. Hace unos días un amigo se embriagó y vomitó en su polera. Yo lo vi y me dije: "Yo ni cagando voy a terminar así". Obviamente, fue una mentira: algún día sobrepasaré la linea que me pongo cada vez que tomo. 

Hay una delgada linea que veo cada vez que estoy en transición para ser un ebrio o un picado consciente, para vomitar en mi ropa o para ayudar a personas a que no vomiten en su ropa, para que me dejen en mi casa oliendo a vomito o para dejar en su casa a las personas oliendo a vomito. No sé si ustedes ven esa delgada linea. Cada vez que la veo, ella me dice: "Tranquilo, weon, vete a fumar un pucho y relájate". Y así es. Me fumo mi tan negada adicción y me tranquilizo. Esa delgada linea muchos no lo ven. Algunos simplemente toman y terminan vomitando en baños o pisos ajenos y diciendo: "Si saben como soy para qué me invitan". Pero eso no es el punto de todo. 
Todos sabemos que el alcohol es malo. ¿Pero quién no la ha probado? Hasta el Papa la ha probado. Tomad y comed. Es deber probar alcohol, pero no es deber embriagarse. Yo nunca lo he hecho. La delgada linea siempre me detiene con frases como: "Cometerás más estupideces de las que usualmente haces", "Tus queridos amigos te dibujarán penes en la cara", "Terminarás desnudo". Ojo, esas frases no me detienen: pienso hacerlo algún día. Aunque, por ahora, solo me dedico a darle bolsas a los amigos para que vomiten, llevar a los amigos a su casa y tomar fotos a los amigos ebrios y subirlos al facebook o mi blog. Pues, ¿Para qué están los amigos? ¿No?

Bueno, lectores, esto es el fin. Mi recomendación es que no tomen por tomar. Disfruten el alcohol. Hagan el amor con el alcohol. Métanle esfuerzo, pasión y lujuria. Y si, después, ven esa delgada linea, tomen una decisión. Serán los que vomitarán o serán los que tomarán fotos.


Lo siento, Jose.


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