Post Personal 4: Ten past twelve

Si. Ahí me di cuenta. El mundo te manda a alguien por unos 3 segundos. La ves. Ella te vé. Sientes algo. Comienzas a comentarle a tu amigo que la flaca era hermosa y que te miró. Él te dice: "si weon, estaba buena, pero no la vi muy bien".


Eran las 12:10 pm o como diría mi "teacher", "ten past twelve", y estaba saliendo de estudiar el curso de ingles. Caminaba con un nuevo amigo que me hablaba sobre "cañas" (carros) y motos. Y yo claro, me adaptaba al tema, aunque no era de mi incumbencia. Le decía: "Si, si, si, pero no me gustan las motos, o sea, yo por las justas manejo bicicleta y siendo honesto, nunca he manejado bicicleta en la estresada vía pública de Lima, llena de tráfico, de contaminación sonora, de ficticias ciclovías y eso".

Bla, bla, bla, bla, bla, bla, y ya. El mundo se detuvo unos segundos. Mis ojos presenciaron algo indescriptible. Mi dolida perdida que había sufrido hace un día estaba desapareciendo. Por unos 10 segundos una cabellera castaña, unos ojos cafés, un lindo lunar en la mejilla y una sonrisa increíble, presenciaron mi inexistente lugar en el mundo, llena de conflictos amorosos, besos arriesgados y peleas innecesarias, para brindarme un poco del destestable e hipócrita amor: el amor a primera vista fue increíble. Lastima que duraran 30 segundos.

Si. Ahí me di cuenta. El mundo te manda a alguien por unos 3 segundos. La ves. Ella te vé. Sientes algo. Comienzas a comentarle a tu amigo que la flaca era hermosa y que te miró. Él te dice: "si weon, estaba buena, pero no la vi muy bien". Y tú le dices: "si pues, porque estabas hablando de motos, weon, te la perdiste". Luego, te lamentas porque debiste hacer algo: hablarle, pedirle ayuda en algo, chocarte de casualidad con ella, darle respiración boca a  boca porque pensabas que se estaba ahogando, etc, etc. Ruegas para que la veas mañana. Ruegas para que no te olvides de ella. Ruegas para que las películas sean de verdad. Pero al final, solo te subes a un bus y ya. Te vas. Escuchas música. Sigues hablando de motos. Te preguntan la hora y siguen siendo "Ten past twelve". La olvidas. Llegas a casa. Escribes. Y fin. Nunca la vuelves a ver. El amor desaparece. El dolor vuelve. Oportunidades perdidas. Por algo es y bla, bla, bla.


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