"A nadie le gustan los finales. Pero entonces ¿Por qué existen? Bueno, la vida también es así. El colegio termina. La universidad termina. Las relaciones amorosas terminan. Dragon Ball Z termina. La vida termina. Todo termina".
A nadie le gustan los finales. Recuerdo que siempre cuando terminaba un videojuego me sentía perdido. Me agarraba una nostalgia y decía: ¿Y ahora qué? ¿Ahora qué videojuego jugaré? ¿Cómo supero a ese videojuego? Luego de unas semanas, me compraba otro juego. Le agarraba cariño y ya. Me olvidaba del otro. Siempre ha sido así. Esa ha sido mi rutina, hasta que mi consola de videojuegos se malogró por las constantes caídas que se daba -a veces me volvía algo agresivo cuando perdía-. Pero ahí terminó una etapa. Fue díficil aceptar que ya no jugaría videojuegos, pero lo superé.
Luego vinieron las series de tv y lo mismo pasó,
aunque estas fueron más fuertes. Aceptar que una serie termina es como
aceptar que un capítulo de tu vida también termina. Empecé con "Smallville",
esta serie de superman joven. Me compré los Dvd's y la miraba casi todos los
días. Pasaron 10 años y terminó. El sentimiento fue difícil, porque esa serie
no terminaba sola. También terminaban o ya habían terminado series como
"Lost", "Dr. House", "Breaking Bad" o "The
O.C". Fueron momentos trágicos de mi vida. Cuando terminó
"Lost" en verdad me sentí así: Lost. No sabía que más ver. Quería
engancharme con otro serie, pero no podía. Fracasaba. Siempre lo he hecho. Pero
luego de unos meses aparecía una serie y me decía: Hola, vengo a
engancharte. Y si pasó. Llegó "The Walking
Dead", "The Vampire Diaries". Y ya. Lo superaba. Borrón y cuenta nueva.
La cuestión es que cada vez que veo en la
televisión episodios de las series que superé, hay un recuerdo tétrico del fin.
Regreso a ese sentimiento de extraviado. Ya pasó tiempo, pero siempre me quedan
residuos. Siempre quedan residuos. A nadie le gustan los finales. Pero
entonces ¿Por qué existen? Bueno, la vida también es así. El colegio termina.
La universidad termina. Las relaciones amorosas terminan. Dragon Ball Z
termina. La vida termina. Todo termina. A nadie le gustan los finales. Pero existen por
razones. ¿No? Sé que es difícil ponerle fin a algo. Cerrar el capítulo. Empezar
uno nuevo. Es difícil. ¿Quién te enseña a hacer eso? ¿Qué tan frío debes ser
para que no te afecte? ¿Qué tan lúcido debes estar para superarlo? ¿Qué tan
vidente debes ser para verlo? Es difícil, porque siempre quedan residuos. Cuando
veas eso o a esa persona te darás cuenta que todavía hay un recuerdo tétrico
del fin. Pero quizás todo es igual que los videojuegos o series de tv.
Quizás solo debes encontrar algo nuevo. Algo o alguien que te ayude. Algo o
alguien que te anime. Es la forma más fácil. Es mi forma. Quizás también es tu
forma. A nadie le gustan los finales. Pero a veces es
necesario poner uno. ¿No?
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