Acabo de terminar de ver Stockholm, una película indie española del 2013 y tengo que decirles que esa película ha dividido mi mente en dos, por que me he identificado. Al igual como Haneke me destrozó en #Amour, Sorogoyen lo hace en Stockholm pero de una forma más sutil y extrañamente, previsible para mi mente psicópata. Si. No estoy comparando ambas películas. Solo digo que sentí el fuerte golpe emocional en ambas. Stockholm tiene una estructura sencilla. Empieza como un #BeforeSunrise de Linklater y termina siendo un Amour de Haneke. Esa fusión se vuelve Stockholm y es buena. Me gustó. Fue simple, linda, profunda, dura. Quizás se torno por momentos un poco exagerada, pero al final funcionó. Sin duda, un film recomendable para aprender sobre el amor en el siglo 21 y como hacer un buen cine con bajo presupuesto.
Puntaje: 7.5/10
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