No sentí la recompensa
emocional. Eso es lo que no me gustó del film de David O. Russell. Elogio el
gran reparto, la increíble puesta en escena, la música, el montaje dinámico,
los abundantes planos bustos, la voz en off, el guión lleno de un loco humor y
drama, los pocos espacios en silencio y la gran dirección que otorga Russell a
sus actores para que brinden un personaje lleno de particularidades (son todos un grupo de estafadores). Pero, lamentablemente, no sentí el toque emocional como la sentí en "Silver Lining Playbook". La tuve que ver dos veces para que me guste un poco más: siento que la película esta llena de escenas muy buenas pero que no son constantes.
Hubiera querido que me guste más, pero mis gustos son medio especiales. Lo siento para los que les encantó.
Puntaje: 7.2/10
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