"Está es una patética carta que acabo de escribir hace unos minutos para el día de mi funeral. ¿Por qué? Porque me ha dado cuenta que la vida es tan corta, tan injusta y tan inesperada que mañana puedo salir de mi casa y un transformer puede atropellarme".
Yo era una rara y sarcástica persona. Era de esos pocos amigos que hablaban tonterías, pero que a algunos les agradaba que lo hiciera. A veces tenía esta actitud ególatra, fría, solitaria, pero les digo, yo era más que eso. Tenía dos partes en mi y algunos conocieron ambas, porque les permití hacerlo. Muchos no lo saben pero yo sentía todo: desde el mínimo gesto de cariño, hasta el mínimo gesto de tirria. A veces me brillaban los ojos cuando hablaba de algo apasionante para mí. Muchos no lo entienden, pero mi pasión era pura como mi cursi y gélido amor. Hablaba mucho y para algunos eso era un defecto; para otros, creo que era un placer. En mis últimos días de vida me hice prometerme que no lloraría por dejar a los demás: a mis amigos, a mis padres. Yo no soy de llorar, pero dios, es imposible. Yo podía vivir con ausencia, pero no podía vivir sin la ausencia plena de mis amigos. Sé que ya no podré embriagarme, hacer locuras o ir al cine con ellos, pero sé que estaré ahí, en la juerga, como un jodido fantasma oliendo a lucky strike. Así que solo discúlpenme amigos por dejarlos en este cruel mundo. Y discúlpenme lectores del blog por irme y dejarlos vacios sin mi blog.
Está es una patética carta que acabo de escribir hace unos minutos para el día de mi funeral. ¿Por qué? Porque me ha dado cuenta que la vida es tan corta, tan injusta y tan inesperada que mañana puedo salir de mi casa y un transformer puede atropellarme; o tal vez pueden diagnosticarme algo como cáncer a la lengua o al estómago por comer muchas sopas instantáneas y tomar mucha coca cola; o quizás -lo cual es muy probable- puedo colapsar en un transporte público, porque no puedo soportar la espera de la quinta temporada de #TheWalkingDead. De muchas otras imposibles formas, mañana puedo morir, porque eso es el fin. ¿Quién me da la certeza que no pasará?
Está es una patética carta que acabo de escribir, porque he visto a personas llorar últimamente por la muerte. Ya sean por muertes ficticias o reales. Las lágrimas son lágrimas y yo no puedo diferenciar la magnitud de la tristeza. Personas han llorado en mi hombro y yo solo pienso: ¿Seré bueno en esto? ¿Seré bueno en soportar el importante peso de las lágrimas de otros en mi hombro? No sé. Lo único que sé es que las personas lamentablemente llorarán cuando se enteren que siempre fui un vampiro mortal.
Está es una patética carta que hice, porque hace unos días, en una película, vi que despedirse anticipadamente es algo super extraño, pero super razonable. ¿Por qué cuando las personas mueren, recién les decimos lo tan importante que fueron en nuestras vidas? !Dios¡ Si supiera cuando moriría todo sería un caos. La gente me trataría bien y siempre hablarían bien de mí. -Pobrecito, se va morir el primero de Octubre, diría una tía mía. ¿Qué pasaría si supiéramos el día que estaremos en un ataúd en traje o vestido? ¿La gente escribiría sus cartas patéticas o feeling a sus seres queridos? ¿La gente lloraría anticipadamente? ¿Qué haría la gente? ¿Qué harías tú? ¿Escribirías algunas cartas? ¿Una patética carta?
Una patética carta |
2 comentarios
Pues sí, yo también escribiría una patética carta, para que la leyesen tras mi muerte, con la pena de no estar presente y ver las emociones que provocaría en los que realmente me quieren.
ReplyNunca me había planteado hacerla, veo tan de lejos la muerte, pero está más cerca de lo que muchos piensan.
Muy buen post Dani un besiiito muy fuerte de una nueva seguidora ;D
jaja Gracias por comentar. Ayuda mucho en lo moral. Bueno, es cierto, la muerte siempre estará cerca y sería algo genial poder despedirse de las personas que quieres en tu funeral aunque no estes ahí. Debería ser normal hacer una patética carta, hoy en día. :)
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