Hay grandes comparaciones entre un robot y un humano, pero a veces necesitamos a alguien que nos escuche o nos haga compañía. Nada más. No importa si por sus "venas" corre sangre o cables rojos y azules.
No tengo ningún pariente que sufre de esta enfermedad y agradezco de que no.
No es que sea una terrible enfermedad, sino que es una enfermedad muy difícil
de afrontar, ya que crece con el tiempo. Es decir, no es un cáncer que te lo
extirpas y ya. Es una enfermedad más emocional, más humana. Esta ya no depende
de una persona, sino depende de más. El Alzheimer no solo lo siente la persona
afectada, sino que también la adopta el que la conlleva con esta. En esta
enfermedad necesitas a alguien. No importa que al final se olviden o te olvides
de esa persona. Si o si necesitas a alguien. Necesitas un amigo. Necesitas un
familiar, un primo, un hijo, alguien cercano, o en un futuro, quien sabe, un
ser sin sentimientos: un Robot.
Esta acogedora, encantadora y entretenida película en sus cortos 82 minutos,
se llama "Robot & Frank". El film se sitúa en un tiempo en el
futuro donde nuestros ayudantes en la casa, sirvientes, ahora pueden ser los
robots: unos muñequitos blancos que parecen pequeños astronautas.
Es un film que, posiblemente, no han escuchado hablar para nada y eso es lamentable.
La película es una muy humana, aunque contenga un robot. Si, posiblemente, sea
para ganar dinero, pero es una de esas pocas películas que te dan un mensaje
bien acogedor, bien amable, bien agradable.
Es imposible no encariñarse con el robot. Siempre te encariñaste con ese ser
frío, desconocido, pero tan correcto y sencillo.
El film en un lenguaje audiovisual te habla del Alzheimer. Te habla de la
amistad, de la familia, de la unión, de la motivación y claro, del arte de
hurtar. Hurtar, leyeron bien.
"Frank", un Frank Langella en una actuación tan exquisita, natural y
pura, es un experto, en el film, en hurtar diamantes y perjudicar a las compañías
de seguro. Y claro, sufre de Alzheimer. Y por supuesto, su único ayudante es el
robot, con una gran actuación, por cierto.
En general, la película tiene sus altos y bajos. La música se sitúa en lo
alto. Algunos actuaciones secundarias en lo bajo. Algunas partes en la
construcción de la historia, en lo medio. Pero, en sí, todo funciona
correctamente en conjunto.
No me arrepiento de verla. Los robots pueden ser tus amigos en una soledad,
en una enfermedad. Ellos no sufren del Alzheimer. A ellos simplemente los
formateas con un botón. Triste, después de todo.
Hay grandes comparaciones entre un robot y un humano, pero a veces
necesitamos a alguien que nos escuche o nos haga compañía. Nada más. No importa
si por sus "venas" corre sangre o cables rojos y azules. A veces, los
individuos fríos para personas frías, son la mejor compañía.
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